Imagínense que les tocan mil millones de pesetas jugando a la lotería. E imaginen a continuación que al cabo de seis meses se lo han gastado todo. Terrible ¿verdad? Pues ahí tienen al vicepresidente de la Generalitat, Carod-Rovira, que ha aprobado subvenciones por un total de 6 millones de euros para la promoción de deportes como el Korfball, el Fisball o los Bolos, la promoción del catalán en Perpiñán y para diversas casas regionales de Australia o Centroamérica.
Y no se les ocurra criticarlo, que les llamarán demagogos o los identificarán con la "derecha pura y dura". Ustedes a pagar y a callar.